¿Adiestramiento o Educación Canina?

Cuando hablamos de adiestramiento canino… ¿a qué nos referimos?

Durante muchos años, todos hemos oído y visto como cualquiera de las personas de nuestro alrededor, o nosotros mismos, hablábamos de adiestramiento al referirnos a cualquier perro que era capaz de cumplir ciertas órdenes, ya fueran simples o complejas, e independientemente de si su construcción había sido bajo una tutela profesional o si lo hacía el señor mayor de la esquina con su perrito de casa.

Hoy en día sigue pasando algo parecido, pero nos hemos vuelto mucho más exigentes. Ya no vemos al vecino de esquina que hace cositas con su perro como un adiestrador, pero sí que seguimos viendo a su perro como un perro adiestrado por el hecho de cumplir algunos comandos.

En mi filosofía como EntrenaDog, cuando charlo con amigos, alumnos o clientes, hago una distinción entre un perro educado, un perro adiestrado, y un perro bien construido, sea para lo que sea.

Un perro educado será un perro que habremos trabajado para que cumpla las necesidades específicas de sus dueños, y ésto se debe hacer teniendo en cuenta en todo momento las necesidades del perro y sus características, tanto de raza como individuales.

Lógicamente no es lo mismo una pareja activa, deportista y viajera ,que un matrimonio sedentario, que vive en su casita de campo y que recibe a sus visitas en casa. La educación de ambos perros será, necesaria y obligatoriamente, distinta desde su base. En uno de ellos se buscarán características que quizás en el otro no, y seguro que , aún con ambos perros bien educados, si hiciéramos un cambio de familias, habría problemas. La educación de un perro para que sea correcta, ha de tener en cuenta desde el primer momento las necesidades, los gustos, el entorno y las capacidades de sus propietarios, de su familia humana.

Por otro lado, cuando hablo de un perro adiestrado hablo de un perro que es capaz de realizar trabajos específicos con un nivel de exigencia alto. Hablamos de perros de trabajo, policiales, detectores, pastoreo, caza, defensa o habilidades especiales. Perros de cuya respuesta dependen, en ocasiones, incluso vidas humanas. Y no hablo sólo de perros de salvamento, podemos igualmente hablar de perros de asistencia médica que con sus ladridos o señales pueden avisar de que su dueño ha sufrido desde una caída, hasta una bajada de azúcar. Hablamos sin duda de perros con un grado muy alto de profesionalidad.

Y claro, supongo que muchos de vosotros darán por hecha una cosa, y es que el segundo grupo de perros profesionales del que he hablado, son, por lógica, perros bien educados. Y ahí es donde aparece mi tercera distinción.

Lejos de lo que supongo muchos imagináis, hay demasiados perros de trabajo que realmente no son perros bien educados. Sí, es verdad, son capaces de realizar trabajos a altos niveles, pero quizás, no serían capaces de pasear en correa por el parque ni 5 minutos, o muchos de ellos seguramente mostrarían problemas de socialización, o de ansiedad en casa…

Y ¿por qué? Pues porque su educación es nula, aunque su adiestramiento sea espectacular. Y no, no es cierto alguna teoría que corre por ahí que nos dice que el perro de trabajo es incompatible con el perro de familia, no es cierta y se basa en conceptos de educación antiguos. Os lo digo por experiencia.

Un perro bien construido ha de ser un perro capaz de desenvolverse en toda situación, capaz de hacer los trabajos que se le exijan al tiempo que podamos pasear con él por el parque o la calle, no es incompatible ni debe serlo el tener un perro capaz de acompañarnos en nuestras vacaciones con el hecho de que luego en su trabajo, a la orden, sea un perfecto profesional. De hecho, creo firmemente en la combinación de ambas capacidades como la base del equilibrio que necesita cualquier perro, no sólo los que usamos profesionalmente como herramientas altamente cualificadas sino también los perros que tenemos en casa, como mascotas, como parte de la familia. Todos nuestros perros necesitan de una actividad, al igual que nosotros han de tener su mente ocupada para lograr un equilibrio que nos ahorre problemas de conductas presentes o futuras.

Así, lo que os proponemos desde EntrenaDog, es una técnica y una filosofía que se basa en las capacidades de nuestro perro para, a partir de ellas, construir comportamientos que de una forma integral y objetiva, nos lleven a conseguir un equilibrio perfecto entre los conceptos familia-deporte-trabajo-habilidades…

Una educación integral para una vida integral.